viernes, 8 de julio de 2016

Té amargo

Soñé que tomaba una taza de té interminable, al principio era placentero tener entre mis manos la pequeña taza siempre tibia y humeante, pero conforme fueron pasando las horas, la dulzura se tornó amarga, la calidez, insoportable... y finalmente odié aquella taza de té antes tan amada.


4 comentarios:

  1. He aquí la prueba de que no a todo se acostumbra uno. Todo depende de cómo se conjugue: Yo te amargo, tú me amargas, él se amarga, nosotros nos amargamos y Marga como si nada.

    ResponderEliminar
  2. Cierto, ni lo más placentero puede serlo siempre, habrá que agregarle alguna variante para que siga siendo apetecible.

    ResponderEliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar