martes, 1 de mayo de 2018

Los días grises 3


Había una vez un pueblo fantasma que crecía dentro de mí, sin habitantes, sin animales que poblaran el aire con sus ruidos, sin apenas un soplo de viento. Las plantas y los árboles surgían en silencio, obligados por las continuas lluvias. En las casas no había puertas ni ventanas, pero a veces se escuchaban risas contenidas, palabras sueltas, grititos de gozo y de dolor. Nunca me atreví a mirar dentro de ellas porque bien sabía que estaban completamente vacías.


No hay comentarios:

Publicar un comentario