Oculta en el fondo de mi cabeza, nadie puede saber lo que
pienso, menos aún, si acaso pienso o si intento no pensar en nada mientras
escucho necedades. Me refugio en mi propia caja negra donde toda información de
mi vida está encapsulada en fragmentos de memoria dispersos aquí y allá.
Dicen que siempre estoy distraída, yo digo más bien que no
me interesa estar con mis cinco sentidos alertas en un mundo donde todo se
resquebraja a mi alrededor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario