viernes, 10 de febrero de 2017

Lo leí en sus ojos I

Oculta en el fondo de mi cabeza, nadie puede saber lo que pienso, menos aún, si acaso pienso o si intento no pensar en nada mientras escucho necedades. Me refugio en mi propia caja negra donde toda información de mi vida está encapsulada en fragmentos de memoria dispersos aquí y allá.
Dicen que siempre estoy distraída, yo digo más bien que no me interesa estar con mis cinco sentidos alertas en un mundo donde todo se resquebraja a mi alrededor.


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